domingo, 7 de junio de 2015

Para los lentos: tenemos a los mejores

Para los que tardan en hablar
Para los que tardan en sentirse a gusto
Para los que tardan en sacar tema de conversación
Para los que tardan en sentirse seguros
Para los que tardan en entrar en confianza
Para los que tardan en mostrarse tal como son
Para los que tardan en acostumbrarse
Y para los que tardan en hacer amigos...


Somos lentos, y sí, tardamos mucho, pero les aseguro que una vez que terminamos, nos sentimos contentos, y lo hemos hecho mejor que muchos.

Porque una vez que he conseguido conversar fluidamente de algo con alguien, eso alegra mi día. Porque cuando entro en confianza y me siento cómoda soy feliz, y me empiezo a mostrar tal como soy, y eso me encanta.

Y principalmente, porque aunque tardo mucho en hacer amigos, los pocos que hago, son los mejores.
Son especiales; puedo sentir su amor, y ellos el mío. Son amistades verdaderas, construidas a lo largo de mucho tiempo (porque soy lenta, y me tardo), que han resistido el paso de los años, de la distancia,  de las discusiones  y los malentendidos. Amigos que me apoyan, que me ayudan a tener confianza, que ven en mi cosas que yo misma no veo, que cuando preguntan ¿cómo estas? lo preguntan de verdad; que aunque no coincidamos en todo siempre saben sacarme una sonrisa, y su sola presencia me hace sentir en casa.

 Si como yo, tardas mucho, no te preocupes. Las amistades que tanto demoran en formarse, son las más hermosas y puras.

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